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OSLO. El último grito

JAVIER CARRIÓN

Munchmuseet

Corren nuevos tiempos para Oslo al margen de las consecuencias propias de la pandemia. La fría y gris capital noruega aparece espléndida con su sorprendente y luminosa arquitectura “bajo cero”, que representa la espectacular Casa de la Ópera, y por su nuevo Museo Munch,  diseñado por un estudio español. Dos iconos que complementan una magnífica oferta para la actividad MICE encabezada por su Centro de Congresos, el recinto ferial y una amplia propuesta hotelera, a la cabeza en Escandinavia.

 

Capital noruega desde 1814, Oslo es hoy una ciudad moderna y polifacética de 680.000 habitantes donde cada barrio tiene su propio carácter. Se trata, sin duda, de un indiscutible destino verde, cubierto por bosques y parques, con un centro muy accesible a pie, en bicicleta o en su sistema de transporte público, y un extrarradio asequible para los amantes de la nieve. En menos de media hora, el Oslo Vinterpark ofrece 18 pistas de  descenso, 11 telesillas y sus pistas se iluminan por la tarde-noche cinco días a la semana.

Oslo, elegida capital verde europea en 2019, es una de las ciudades europeas que más rápido ha crecido en la última década. Se trata, sin duda, de una urbe vibrante que desprende la energía de sus nuevos barrios, las tendencias de moda ultramoderna y su panorama de artes escénicas, a la que se puede llegar desde su aeropuerto, conectado con más de 100 destinos nacionales e internacionales, con un tren rápido, autobuses sin paradas, trenes de cercanías o en taxi.

En Escandinavia se la reconoce también como una ciudad de conferencias bien equipada con un centro urbano acogedor y de fácil acceso con instalaciones para reuniones con capacidad para 6.000 personas y más de 13.500 habitaciones de ofertadas, una propuesta sin competencia en el resto de Noruega.

LUGARES PARA EVENTOS

A la cabeza de la oferta de sedes MICE se alza el Centro de Congresos de Oslo (Oslo Kongressenter), un edificio moderno que permite recibir hasta 1.400 personas en sus tres plantas y que acredita una dilatada experiencia en conferencias, cursos, exposiciones, lanzamiento de productos y actividades que necesitan técnicas avanzadas.

El centro dispone de más de 20 salas de reuniones y banquetes de varios tamaños, además dce algunos salones más pequeños e íntimos que se adaptan a cualquier tipo de evento. Su oferta se complementa con los menús de su prestigioso chef de cocina en los dos restaurantes del edificio, Møller y Henrik.

Otras opciones dentro de Oslo son el Nationaltheatret, muy cercano a la estación del Teatro Nacional, que cuenta con 15 salas de reuniones modernas y funcionales, y el Oslo Spektrum, abierto en 1990 como sala de conciertos y con capacidad de adaptación para la organización de ferias, congresos y conferencias.

Si se busca una sede con más aforo, la opción más clara es el Centro de Convenciones de Noruega, situado junto a la estación de Lillestrøm, entre la Estación Central y el aeropuerto de Oslo. Este complejo se despliega a los largo de 40.000 m2 de espacio para reuniones. Su sala más grande ocupa 10.687 m2 y puede albergar a 6.000 personas sentadas.

El recinto arrastra más de cien años de historia y en su interior se organizan ferias muy reconocidas, como la Oslo Design Fair, Nor-Shipping, Industridagene, Sjøen for alle, AgroTeknikk, Spillexpo o Bygg Reis Deg.

BARCOS Y MUSEOS

Naturalmente, hay más posibilidades en la capital noruega a la hora de organizar eventos. Muchas de ellas están conectadas con algunos de sus destinos turísticos. Un buen ejemplo es el barco de vela Christian Radich, atracado en el puerto, ideal para presentaciones o cócteles. La nave está equipada con todo lo que se pueda necesitar, desde pantallas de televisión y altavoces, hasta pantallas y proyectores. En caso de mal tiempo se utilizan algunas velas de protección. En última instancia, debajo de la cubierta hay dos cabinas grandes con espacio para ochenta personas.

Otra propuesta es la del Museo del Barco Polar Fram, que tiene una capacidad de 400 personas y puede ofrecer desde un cóctel con un sabroso menú de tapas en cubierta hasta una cena exclusiva de ocho platos inspirados en el Ártico, servida en el salón de la nave. No hay que olvidar tampoco el popular Museo Kon Tiki, que organiza eventos en su jardín para 500 visitantes, o la impecable Casa de la Ópera, con sus tres escenarios y muchas salas adecuadas para conferencias, reuniones, cenas, incluyendo su cubierta, un lugar privilegiado para convocatorias importantes.

CASA DE LA ÓPERA

Es precisamente la Casa de la Ópera en Oslo el gran símbolo arquitectónico de la capital noruega. Aunque fue polémico en su planteamiento inicial, desde su apertura, el 12 de abril de 2008, la popularidad del edificio ha crecido entre sus habitantes, que lo ven no solamente como un gran escenario de conciertos y espectáculos de danza y música en tres espacios diferentes, sino también como un excelente lugar para reunirse, tomar el sol y disfrutar de la belleza del fiordo Hovedøya, pues se puede pasear por la cubierta y disfrutar de las vistas hacia el muelle.

La construcción aparece en el horizonte como un iceberg que sale del mar y se presenta desafiante a las aguas gélidas que llegan a las orillas de Oslo. Su auditorio principal tiene capacidad para 1.350 espectadores y se complementa con un segundo escenario para ensayos y representaciones menores con 400 asientos. En ambos la acústica es fantástica ya que en su diseño y construcción éste era el elemento básico a cuidar desde cualquier posición.

Otra clave importante del edificio es el vestíbulo, una enorme sala con luz natural de acceso libre donde se encuentran las taquillas, las tiendas y algunos restaurantes con unas excelentes vistas hacia el mar.

En todo el conjunto, que se desarrolla bajo un tejado de mármol formado por un puzzle de 36.000 piezas encajadas, hay también un nexo común: su carpintería aplicada con los tradicionales sistemas de construcción de los barcos noruegos. Una recomendación: quien quiera visitarlos debe saber que se organizan tours guiados.

La Ópera, diseñada por el estudio de arquitectos Snøhetta, está considerada como el  mayor centro cultural construido en esta zona escandinava en los últimos 700 años y de ahí que haya recibido numerosos premios. Desde fuera, el edificio parece de reducidas dimensiones, un tamaño que engaña a primera vista, ya que cuando se visitan sus “tripas” se comprueba la grandeza de esta obra que abarca 49.000 m2.

Snøhetta, que cumple una ‘ley’ muy escandinava de contar con hombres y mujeres al 50 por ciento en su staff, se ha ganado una justa fama entre los estudios punteros de la arquitectura moderna por sus atrevidas propuestas. Buenos ejemplos son el diseño de la nueva Biblioteca de Alejandría, el proyecto de Ras Al-Khaimah (Emiratos Árabes Unidos), el Centro de Conocimiento y Cultura del rey Abdulaziz (Arabia Saudí) o el Museo y Memorial de la Zona Cero en Manhattan (Nueva York).

NUEVO MUSEO MUNCH

Junto a la Casa de la Ópera se suma ahora en Oslo el nuevo Museo Munch, realizado por el estudio de Juan de Herreros en el barrio de Bjørvika. El centro permite admirar la célebre obra de Edvard Munch, El grito, todo un misterio para entenderlo. ¿Está gritando la figura distorsionada o intenta protegerse del sonido de un grito? Es una pregunta habitual para los que ven la imagen más famosa de Munch en este barrio donde los altos edificios del Proyecto Barcode han cambiado de forma radical el horizonte de Oslo.

Es el caso de la biblioteca pública Deichman Bjørvika, un moderno edificio de seis pisos que alberga más de 450.000 ejemplares en su interior. Las construcciones en esta área son elevadas y estrechas y en conjunto asemejan un código de barras.

En el embarcadero, al lado del muelle Munch, se alza la nueva zona de Sørenga, con modernos complejos de apartamentos, un buen número de buenos restaurantes y una estupenda zona de baño que lleva el nombre de Tjuvholmen. En este barrio, donde los edificios fueron diseñados por 20 arquitectos diferentes, se encuentra otra de las principales atracciones de Oslo, el museo Astrup Fearnley de arte moderno, ideado por el prestigioso arquitecto Renzo Piano, que consta de tres pabellones bajo un techo de cristal con forma de vela de barco.

Para muchos especialistas, todos estos nuevos edificios han convertido a Oslo en la capital de la arquitectura contemporánea, pero no por ello hay que olvidarse del Oslo más clásico. Se puede empezar por el Parque Vigeland, el más grande de la capital, con sus 32 hectáreas, que presenta en sus 214 estatuas de granito sobre el “ciclo de la vida”, ideado por Gustav Vigeland, abierto al público desde 1947, continuar por el famoso trampolín de Holmenkollen, diseñado por la firma danesa JDS Architects. Dentro de él se encuentra el museo de esquí más antiguo del mundo, abierto los 365 días del año. Desde la cima las vistas de Oslo son fantásticas.

Ya en la ciudad, el paseo por Karl Johans Gate, la calle más comercial de la ciudad, que culmina en la colina donde se levanta el Palacio Real, residencia de los Reyes de Noruega, resulta inevitable, a pesar de los precios de sus tiendas y grandes almacenes.

Como también lo es recorrer algunos de sus museos relacionados con el mar y que están situados en la península de Bygdøy. En este cotizado barrio de Oslo la oferta es variada con el Museo Vikingo, el Museo Kon Tiki y el Museo del Barco Fram a la cabeza. Se recomienda  comprar las tarjetas Oslo Pass y Oslo Card que proporcionan acceso ilimitado a museos y al transporte público.

MÁS INFO
www.visitoslo.com
www.visitnorway.es

RECOMENDADOS

PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Excursión para descubrir uno de los premios más prestigiosos del mundo: El Nobel de la Paz, que se entrega anualmente los días 10 y 11 de diciembre en el Ayuntamiento de Oslo. A través de varias exposiciones, el Centro del Premio Nobel de la Paz (Nobels Fredssenter) presenta la historia de este galardón y de sus ganadores, visible en el Jardín del Nobel, una bella habitación decorada con miles de pequeñas luces. El centro está situado en el antiguo edificio de Vestbane en la plaza Rådhusplassen y cada viernes a las 12 horas se suelta una paloma de la paz desde la ventana del edificio con las buenas noticias semanales. Al mismo tiempo suena el tema el Give peace a chance de John Lennon en las campanas del Ayuntamiento.

FÁBRICA DE CRISTAL HADELAND

En un entorno natural privilegiado, a una hora en coche de Oslo, sigue abierta la fábrica de cristal Hadeland, fundada en 1762, lo que la convierte en la industria en funcionamiento continuo más antigua de Noruega. Hadeland Glassverk exhibe en su Museo de Cristal las creaciones de esta factoría de los últimos 250 años. Adultos y niños pueden crear en la “Cabaña de Cristal” su propio vaso, todo un souvenir de la visita, y adquirir en algunas de sus nueve tiendas todo lo necesario para la decoración de la mesa: cristal, porcelana, textiles, cubertería, objetos de decoración y artículos de regalo. Muy cercano a la factoría se encuentra el Randsfjorden, el cuarto lago más grande de Noruega, un humedal protegido para aves zancudas y migratorias.

UNA DE MUSEOS

Tour sin salir de Oslo para subirse a bordo del Fram y del Gjøa, los barcos polares más conocidos del mundo, y sentir la tormenta en la cubierta del primero con un nuevo vídeo en torno al barco. A continuación se puede explorar bajo la cubierta y visitar la mayor librería polar del mundo. Tras esta visita se acude al Museo Kon-Tiki para conocer  las embarcaciones originales y las exposiciones actualizadas de las expediciones de Thor Heyerdahl a las islas de Pascua, Fatuhiva y Galápagos. Heyerdahl alcanzó fama mundial cuando cruzó el océano Pacífico con la balsa Kon-Tiki en 1947, pero después le siguieron otras espectaculares singladuras en las embarcaciones de juncos Ra y Tigris, menos conocidas por el gran público.

GRAND HOTEL *****

Enclavado en la calle más comercial de Oslo, el Karl Johans Gate, el hotel, abierto en 1874, cuenta con 283 habitaciones lujosas, de las cuales 54 son suites. Su oferta MICE se centra en espacios de conferencias y banquetes para un máximo de 300 personas, organizados en 16 salas. Recientemente han sido renovados su restaurante Palmen y el bar de su azotea, desde el que hay excelentes vistas. Es el establecimiento más exclusivo de la capital noruega y en él se aloja todos los años el Premio Nobel de la Paz.
Karl Johans Gate, 31
Tel. +47 23 21 20 00
www.grand.no/en

CLARION HOTEL THE HUB ****

Inaugurado el 1 de marzo de 2019 en el corazón de Oslo. Con 810 habitaciones confortables,  es de muy fácil acceso en tranvía, metro, tren y Flytoget, el expreso que viaja del aeropuerto al centro de la capital. Cuenta con 22 salas de reuniones, la mayor de ellas de 900 m2, tan espectacular como la sala vip. Los espacios de conferencias incluyen tecnología de vanguardia para audio, iluminación, fotografía y video, así como ventanas panorámicas flexibles que se pueden abrir para exhibiciones más grandes, como las de los automóviles.
Biskop Gunnerus Gate, 3
Tel. +47 23 10 80 00
www.nordicchoicehotels.com

SCANDIC HOLMENKOLLEN PARK ****

Construido en el estilo rígido del siglo XIX, este hotel ofrece unas vistas espléndidas de la ciudad y del fiordo. Su parte más antigua data de 1894 y su restaurante, el De Fem Stuer, es muy apreciado por los habitantes de Oslo. El conjunto, que se encuentra a solo 5 minutos a pie de la pista de saltos de esquí Holmenkollen, dispone de 29 salas de reuniones. Su espacio más amplio puede reunir a 850 visitantes.
Kongeveien, 26
Tel. +47 22 92 20 00
www.scandichotels.com

LOUISE RESTAURANT & BAR

Amplia selección de platos de cocina tradicional noruega e internacionales, caracterizados por las tendencias actuales, servidos tanto en la terraza de verano como en su interior y decorado con más de mil objetos procedentes de muelles y astilleros. El local dispone de tres salones reservados para encuentros y comidas privadas. Especializado en pescados y mariscos.
Stranden, 3
Tel. +47 22 83 00 60
www.restaurantlouise.no

FROGNERSETEREN

Tradicional restaurante situado en la cima de Holmenkollen, con las mejores vistas de la ciudad. El edificio era en realidad una granja de montaña y se ha convertido en una parada obligatoria para tomar un café en Seterstua o un menú a la carta en el restaurante Finstua, con platos elaborados basados en antiguas recetas noruegas. El reno y el salmón ocupan un lugar privilegiado en su carta.
Holmenkollveien, 200
Tel: + 47 22 92 40 40
www.frognerseteren.no

OPLAND BURGER & STEAK

Østbanehallen es hoy el lugar más de moda para reunirse o comer en Oslo. Mezclando historia y tradición con modernidad, el antiguo edificio de la estación de ferrocarril ofrece una experiencia culinaria única proponiendo un variado ramillete de restaurantes, bares, cafeterías y tiendas. Uno de los restaurantes del complejo es Opland Burger & Steak, enclavado en el primer piso, que se ha especializado en la elaboración de jugosas hamburguesas y tiernos bistecs procedentes del ganado que pasta en las montañas noruegas. La carne se prepara en una parrilla con carbón vegetal importado de Argentina. En Østbanehallen se pueden descubrir también otros sabores procedentes de todo el mundo, desde Japón o América a Italia e Inglaterra.
Jernbanetorget, 1
Tel: +47 22 17 94 00
http://ostbanehallen.no