No. La Inteligencia Artificial, el metaverso y la tecnología no son tendencias pasajeras o modas irrelevantes. Son capas profundamente transformadoras que están llamadas a crear una ola de disrupción sin precedentes, generando más cambio en los próximos 10 años que en los anteriores 100. Esto no solo afecta a la industria de viajes y turismo o al segmento del Business Travel & MICE. Esto te afecta a ti. Como líder. Como ejecutivo. Como empleado. Como humano.
No tenemos capacidad para absorber el nivel de información que recibimos, generamos y que es necesario procesar para operar competitivamente en el mercado y la sociedad actuales. No somos buenos tomando decisiones con miles de opciones, ni comprendiendo la magnitud y velocidad del cambio procedente de crecimientos exponenciales. Estamos acostumbrados a evoluciones más graduales, de un sólo dígito, no de cifras como las que comenzamos a ver con la inteligencia artificial.
No es fácil entender qué ocurre cuando cientos de millones de personas emplean herramientas que multiplican su productividad por 100, cuando se espera que se multiplique por 1.000 la producción científica mundial anual, que ya supera los 3 millones de patentes al año. ¿Y qué ocurrirá cuando el metaverso se vuelva tan realista que sea casi imposible distinguir realidad y ficción?
La IA y el metaverso —al igual que en su momento Internet, los smartphones o el ecommerce— van a cambiar muchas cosas. No todo, claro, pero pensar que se están invirtiendo cientos de miles de millones y que muchas de las personas más inteligentes del mundo advierten de las oportunidades y riesgos de la nueva tecnología debería darnos la humildad suficiente para ver estos fenómenos al menos con interés, con un cierto nivel de confianza y, sin duda, con mucha cautela.
Si bien el sector de viajes y turismo se ha recuperado del impacto de la pandemia, las empresas, instituciones, departamentos y profesionales deben mantenerse extremadamente proactivos a la hora de prevenir y afrontar riesgos, aprovechar tendencias futuras y mantenerse al día en un mundo cargado de incertidumbres, con periódicas crisis económicas, climáticas, geopolíticas, sanitarias, logísticas, inflacionistas y de seguridad. Toda la inteligencia humana, de negocio y, sí, artificial, será crítica para nuestro desarrollo futuro.
Y para hacerlo, es vital que nuestro trabajo sea lo mejor de lo que es, que el gasto sea el menor posible y, sobre todo, que aportemos tanto valor a todas las partes integrando —y esta es mi propuesta— impacto social, educación ejecutiva, negocio, ocio y comunicación. La clave es enriquecer nuestros productos, nuestras experiencias, nuestros servicios, nuestros procesos, nuestras ventas y nuestros resultados. Y, en lo posible, mejorar el mundo y la vida de las personas que trabajan en nuestras organizaciones y, por supuesto, de las comunidades locales a través del turismo.
Podemos aprovechar todos los recursos a nuestra disposición. Tenemos una inteligencia organizacional colectiva extraordinaria. El potencial de todos nuestros empleados y redes es enorme. Todo ello, sumado a las capacidades que tiene la IA de las que carecemos, nos permitirá hacer mucho más y mejor. Pero hace falta ambición y liderazgo.
Muchas grandes corporaciones y actores del sector llevan empleando la IA desde hace tiempo, como ocurre en las recomendaciones personalizadas o los precios dinámicos. La explosión de avances en este terreno hace que el potencial de aprovechamiento de esta tecnología se expanda de forma extraordinaria, no solo evolucionando los algoritmos creados internamente, sino dando vida a chatbots, avatares digitales y sistemas complejos de procesamiento de información, gestión de clientes, operaciones, marketing, ventas, estrategia, finanzas y recursos humanos. Desde luego, es el momento de innovar para mantener lo que es bueno y mejorar lo que puede ser mejor, usando inteligencia humana y artificial, con mucha prudencia, pero con esperanza.
CARLOS SENTÍS
FUNDADOR Y CONSEJERO DELEGADO DE WORLD INNOVATION ALLIANCE