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CONCILIACIÓN Y FLEXIBILIDAD. Viajeros felices

La crisis obligó a salir a vender, a multiplicar los esfuerzos de travel managers y viajeros para cumplir con los objetivos de la empresa. Pero, en un marco de ahorro necesario, no siempre se pensó en la comodidad y el bienestar del que tiene que salir fuera. Hoy las cosas han cambiado. El empleado empieza a ser el centro de la política de viajes y para ello es necesario saber qué siente, cuáles son sus preferencias, qué cosas le incomodan… El reto es confeccionar una política de viajes que, sin abandonar sus pilares, sea lo suficiente flexible para eliminar el estrés, generar bienestar y, a la postre, favorecer la productividad.

 

Salvo inexplicables excepciones, todo el mundo quiere ser feliz. Para unos es una actitud ante la vida ; para otros, la ausencia de enfermedad. Incluso podría haber una predisposición genética detrás de ella, como sugieren algunos investigadores, como Carlos López-Otín. Lo que está claro es que es necesaria en todos los ámbitos de la vida. También en el laboral, por supuesto.

Según la Fundación OTP, las empresas que implantan programas de felicidad en el trabajo aumentan su productividad casi un 40 % y reducen el absentismo entre un 43 % y un 50 %. Además, casi 9 de cada 10 españoles aseguran que siendo felices en su ámbito profesional es más fácil conseguir satisfacción en la vida personal. Estos porcentajes son un buen comienzo para hablar de trabajo y eficacia, pero también de bienestar y felicidad.

Fast Track
En el mundo empresarial, ser feliz en estos momentos, sobre todo desde la llegada de los millennials, caracterizados por su búsqueda de experiencias, es mucho más que ganar un buen sueldo (que no deja de tener importancia). « Los principios de la felicidad en el trabajo tienen que ver cada vez menos con el salario y más con la posibilidad de desarrollarse personal y profesionalmente, lo que implica viajar en mejores condiciones, contar con un buen ambiente laboral o tener flexibilidad y autonomía para conciliar la vida laboral con la familia », comenta
Óscar García, cofundador de Forum Business Travel.

Superada la crisis que obligó a trabajar muchas veces en condiciones espartanas, las empresas están teniéndolo cada vez más en cuenta el factor humano. « Se nota que las empresas miran ahora más por el bienestar de sus empleados viajeros, porque el precio ya no es lo más importante de los viajes, aunque, por supuesto, no se descuida este punto. Buscan optimizar el presupuesto mejorando la gestión de la cuenta para ofrecer al empleado la posibilidad de viajar más acorde con sus preferencias, tanto horarias como de elección de proveedores », explica Silvia Magdaleno, gerente de Squeeze Travel, compañía especializada en gestión de viajes de negocio.

No obstante, no todo es felicidad. «Algunas empresas miran por el bienestar de sus empleados, pero otras no. La contención de costes sigue existiendo en muchas compañías. Las normas se relajan cuando las cosas van bien, pero se endurecen cuando las cosas van mal. Lo que sí sucede es que los travel managers tienen que lidiar con usuarios descontentos cuando el bienestar no es el esperado», deja claro Martín Martínez, director general de EPSA en España.

Business class2

OSCURA TECNOLOGÍA
Vivimos en una época en la que todo está alcance del viajero de negocios. Gracias a la tecnología y a las nuevas tendencias organizativas, el empleado dispone de información actual y constante, así como una flexibilidad desconocida hace tan solo unos años. La cara no está mal, pero el problema, como suele suceder, está en la cruz : la ruptura de la delgada línea entre ocio y trabajo, entre empresa y familia. El trabajador tiene mayor libertad, pero a la vez trabaja más horas que nunca en muchos casos. Ejemplo: en países tan avanzados como Francia se están planteando (y han aprobado) medidas como la prohibición de contactar con el trabajador fuera del horario laboral, algo difícil de aplicar cuando este no está bien definido.

«La tecnología es una cosa extraordinaria, pero que aún no sabemos manejar bien como sociedad ni como entes individuales. No creo que haya separación entre la vida profesional y la vida personal, creo que lo que existe es la vida, sencillamente. Pero comprendo que haya personas a las que esta supuesta separación les haga sufrir, porque las veo todos los días. Para remediarlo, mi recomendación es que aprender a poner límites, estar más presente tanto en casa como en la oficina y, si es posible, tomarse las cosas con más filosofía. Contestar un email de trabajo mientras ves una serie no tiene nada de malo. Lo malo es que te fastidie el fin de semana», explica Martín Martínez.

Sin duda, la gran damnificada de los tiempos modernos de hiperconexión al trabajo es la conciliación. Rota la barrera de los horarios de trabajo, el espacio para la vida personal se empequeñece paulatinamente. Por esta razón, ahora que las tornas están cambiando para ponerse más en la piel del empleado, la preservación de las buenas condiciones de trabajo y de la conciliación en el caso de los viajes se convierte en un objetivo más (por si fueran pocos) del sufrido travel manager.

Según el Barómetro Europeo de Viajes de Empresa de American Global Business Travel, más de la mitad de las empresas españolas ya han puesto en marcha algún mecanismo para medir la experiencia de sus empleados antes, durante y después de sus viajes de negocios. El objetivo : conocer mejor a este para acomodar la política a unos estándares de bienestar más altos, en la medida de lo posible.

Ya en 2015 la consultora Captio elaboró el I Informe de Afectación Personal del Business Travel, que tenía como objetivo poner de manifiesto el impacto que la ajetreada vida del viajero frecuente tiene en su área personal. Los resultados no defraudaron. El estudio tomó como base algunas investigaciones universitarias europeas ( británicas y suecas ) que relacionaban los desplazamientos profesionales con afecciones como el estrés, el insomnio o el sobrepeso. Sin embargo, Captio fue más allá y se centró en la parte de la personalidad y de las relaciones sociales de los afectados.

Más de dos centenares de viajeros corporativos refrendaron una respuesta clara : cerca de dos de cada tres profesionales españoles que fueron encuestados afirmaron que los viajes afectaban mucho o bastante a su vida personal. Entre las razones alegadas estaban la dificultad para conciliar trabajo y familia (63 %), la imposibilidad de mantener una vida saludable (48 %) y el cansancio y la falta de salud (36 %).

Por otro lado, nada como escuchar a los protagonistas, pues da buenas pistas a la industria. Un ejemplo : en 2015 la mayoría de los viajeros encuestados señalaban como factores que les disgustaban mucho la pérdida de tiempo durante los desplazamientos y la imposibilidad de aprovechar el viaje para hacer turismo, todo un guiño al famoso bleisure, la combinación de ocio y negocio tan de moda en estos últimos tiempos.

Junior Suite Ejecutiva_Gran Hotel ColonCUESTIÓN DE COLABORACIÓN
« El viaje de negocios puede resultar estresante y agotador, pero establecer un proceso más colaborativo puede redundar en una mejora de la salud, la productividad y la motivación del viajero. Establecer un proceso bidireccional adecuado que tenga en cuenta las preferencias del viajero y, a la vez, los requerimientos de la política de viajes, puede ayudar a conseguir los objetivos de ambas partes. Así, el viajero ve un compromiso hacia su bienestar por parte de la empresa y, al mismo tiempo, aseguramos el cumplimiento del programa de viajes », afirma Greely Koch, Executive Director de ACTE (Association of Corporate Travel Executives) Global. Su agrupación y American Express GBT lanzaron hace poco el estudio Balancing Business Travel Tools & Policy for the Traveller Experience, que revela que la calidad de vida y la autonomía durante los viajes son cada vez más valorados.

« El estudio constata una tendencia cada vez más presente en nuestra industria : el viajero se convierte en el elemento central sobre el que gira el programa de viajes. El viajero tiene una visión cada vez más clara de sus necesidades cuando viaja. Y el hecho de sentir que el travel manager conoce sus pasos y procura adaptar la política de viajes a sus preferencias contribuye a reforzar su confianza, potenciar su productividad y, en definitiva, generar un ambiente propicio que revierta en equipos más motivados y comprometidos ”, según explica Luis Dupuy de Lôme, director general de American Express Global Business Travel para España.

Un porcentaje fundamental : un 37 % de los travel managers que participaron en el estudio señalaron que había aumentado la demanda de medidas para la conciliación profesional-personal por parte del viajero. Este porcentaje ha ido creciendo paulatinamente en los últimos años.

«Actualmente se exige más conciliación, sobre todo a partir de determinada edad. En los jóvenes hay un culto del viaje que no se ve en las personas con familia estable e hijos. Yo trato con más gente harta de viajar que con gente contenta por hacerlo. El problema es que al viajar el horario se multiplica hasta por dos, y eso es difícil compensarlo desde la empresa», asegura Martín Martínez, de EPSA.

Y muchas compañías están respondiendo. Las distintas empresas clientes de Squeeze Travel están reduciendo las noches fuera de casa y viajando en horarios que se adaptan a las necesidades familiares. « También estoy viendo que las personas trabajan desde casa varios días por semana, lo que ahorra tiempo en desplazamientos y facilita la conciliación », explica Silvia Magdaleno.

Entre las medidas solicitadas que detecta EPSA están «teletrabajo, la gran mayoría, y también videoconferencia y telepresencia para viajar menos. Los más avanzados optan coworkings distribuidos geográficamente para disminuir los desplazamientos a la oficina y evitar al colaborador el atasco consiguiente».

Gimnasio_Sol LanzaroteESTRÉS SÍ, ESTRÉS NO
Cuando pensamos en trabajo lo hacemos en estrés, pero no siempre es tan clara la relación. El estudio sobre la afectación personal de Captio muestra curiosidades como su dependencia de aspectos como el género. El 46 % de los viajeros encuestados afirmaron no sentirse estresados, frente a solo el 33 % de viajeras, una gran diferencia. Curiosamente, solo el 1 % mostró estar muy estresado, en contra de la creencia popular. Y eso que estos profesionales manejan elementos que pueden acrecentar dicho estrés, como estar siempre disponibles para llamadas y correos electrónicos o tener que compaginar las acciones propias de su viaje con las habituales cuando están en su oficina.

La figura del travel manager vuelve a aparecer en el estudio : cerca del 35 % de los viajeros consideran que el estrés implícito en un viaje se podría reducir con una mejor gestión de todo el papeleo. Por tanto, dichos procedimientos tienen su reflejo en las sensaciones del empleado. Al final, se trata de un equipo.
Para saber cómo actuar hay que conocer mejor al usuario. « Antes del viaje no impacta tanto la planificación de este como la organización interna en su casa y, una vez en ruta, preocupan cosas como la gestión del equipaje o las colas de los aeropuertos, entre otras cuestiones », detalla Cristina Moyano, Corporate Strategy Investment Manager de Amadeus IT Group, según una encuesta realizada por este proveedor global de tecnología.

El estrés afecta de forma muy distinta a cada persona. A unos les influye madrugar mucho; a otros, no poder realizar sus rutinas diarias. Tampoco se puede olvidar que la conciliación, o la falta de ella, aporta su dosis de estrés. « Conciliar es muy importante y, de hecho, hay varios estudios que reflejan el impacto negativo de los viajes de negocios en la familia, principalmente en la pareja y en los hijos pequeños. Así que esto también genera tensión en el viajero frecuente », explica Silvia Magdaleno, de Squeeze Travel.

Una realidad interesante, según apunta Cristina Moyano, es que la tecnología y los servicios tienen que ir personalizando sus propuestas. « Buscamos de forma continua start-ups con funcionalidades para eliminar el estrés, pero en este campo apenas se está empezando », se queja.

En esta línea se mueve el Grupo Maxam. Su Global Travel Manager, Andrés Ibáñez, asegura que la compañía está haciendo esfuerzos para chequear el origen del estrés e intentar paliarlo. « Disponemos de un indicador interno (KPI), el denominado Índice de Estrés Asociado, que se efectúa mediante una encuesta, que nos sirve para medir el bienestar », destaca.

Los datos aportados por este baremo subrayan factores como el hecho de que el estrés aumenta con la edad ; que la mujer tiene más propensión a sufrirlo (en esto coincide con el informe de Captio); que viajar a países en los que no se habla español genera más inquietud y que cuanto más lejano el destino, mayor tensión provoca.

No obstante, como afirma la doctora Paloma Fuentes, gerente de Felicidad de Mahou-San Miguel, aparte de tratar de minimizar el impacto de los aspectos concretos que generan estrés, « el concepto cambia radicalmente cuando se habla en términos de qué es lo que me hace disfrutar, en lugar de qué es lo que me estresa. Invertir el mensaje en positivo es la clave ».

Diversion_Port AventuraINFORMACIÓN ÚTIL
Las políticas de viajes personalizadas se han convertido en una importante herramienta para la atracción y retención de talento. « Hoy en día es un imperativo para cualquier empresa », asegura Greely Koch. Y la personalización de los viajes pasa por establecer herramientas que sirvan para conocer al viajero y medir su nivel de satisfacción e insatisfacción. En este sentido, las nuevas herramientas tecnológicas, como el big data, son fundamentales.

Asimismo, el cruce de datos de los viajes con los de los departamentos de recursos humanos permite a las empresas ver cómo sus políticas de viaje afectan a la productividad y bienestar de los empleados, según revela el estudio de Carlson Wagonlit Travel (CWT), Gain the Advantage With Face-to-Face Meetings, resultado de 1.100 entrevistas a ejecutivos del área de Asia Pacífico. Entre otros aspectos, se puede analizar la relación entre los viajes y las enfermedades o la rotación del personal, y actuar en consecuencia.

Una vez más, el propósito es tener al empleado más contento para que no se marche. Sí, no es cuestión de filantropía empresarial, sino un intento de retener a los mejores por los beneficios que pueda reportar a la empresa. No todo es tan sencillo, porque a veces ni los estudios se ponen de acuerdo. « Unos dicen que el 30 % de los empleados cobrarían menos si le ofrecieran viajar más, pero el 84 % de los viajeros frecuentes cambiarían de empresa por una política de viajes menos restrictiva », apunta Magdaleno. La clave es mantener un diálogo fluido con el empleado, mediante encuestas, reuniones o incluso a través de una app específica.

Bleisure_FlorenciaRELACIÓN MÓVIL
Precisamente, Happyforce es una aplicación nacida hace varios años en Barcelona que pretende fomentar la felicidad en las empresas. El objetivo es, según sus responsables, invertir en trabajadores felices capaces de generar mayores beneficios, tanto para ellos como sus empresas. Sus promotores entienden que la felicidad no es solo un término bonito y etéreo, sino algo tangible que afecta a la productividad.

Para lograrla, Happyforce comunica de forma directa y en tiempo real al trabajador con su empresa, de manera similar a Facebook o un chat, con emoticones, likes, espacios para comentarios, etc. De este modo, los empleados cuentan con una herramienta para expresar de manera anónima sus sentimientos, lo que permite tomar el pulso a la realidad de la organización y tomar decisiones para atajar los problemas o focos de preocupación. Es una manera de acabar con aquello que nos acaba « quemando ».

Un último apunte : sin necesidad de llegar a extremos adictivos —como el del ejecutivo obsesionado por las tarjetas platino de los programas de fidelidad representado por George Clonney en la película Up in the air—, hay viajeros que disfrutan de sus desplazamientos, o al menos de algunos de sus aspectos. Sin ir más lejos, en el estudio efectuado por Captio lo que más le gusta a los españoles que se mueven por trabajo es la posibilidad de descubrir nuevos lugares del planeta ( 57 %), tener contacto directo con clientes y proveedores ( 54 %) y hacer networking ( 49 %). Para finalizar este repaso a la felicidad corporate, hay que volver a mencionar el bleisure ( business + leisure ). La posibilidad de que el viajero pueda quedarse en el destino, solo o con su familia, tras finalizar su trabajo es una opción que gana enteros. Sobre todo porque puede contribuir a la conciliación del viajero con la vida personal.

La combinación de trabajo y turismo es toda una tendencia actual que demuestra cómo la flexibilización de la política de viajes de las empresas puede disparar los niveles de satisfacción. ¿ Cómo ? Permitiendo anotar las millas de fidelidad al viajero, dando un día libre justo después de cada viaje de gran duración, facilitando el acceso en las salas de descanso de los aeropuertos, escogiendo horarios de vuelo no muy leoninos, promoviendo acciones de vida saludable, apostando por prácticas como el mindfulness… ¡ Es tan fácil lograr un poco de felicidad ! •